Despedida

Seis de octubre, hoy es tu cumpleaños, te puse un pan de elote y un café así como te gustaba, hace tiempo que lo celebro solo, nadie me acompaña más que tu recuerdo y principalmente de aquella vez en el último día de tu vida, acomodaba las almohadas y las cobijas para que estuvieras más cómoda, me sorprendiste con la palma de tu mano en mi mejilla y tus ojos mirándome que al verlos inmediatamente te respondí. 

—No te preocupes mamita preciosa, estaré bien, será difícil pero lo estaré, yo también te amo. 

Así me despedí de ti mamá a unas cuantas horas de tu fallecimiento.

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