Del chingar y ser chingado
Es sorprendente, no lo considero normal, como la gente no sabe
utilizar los espacios públicos: ceder asientos a personas de la tercera
edad, a discapacitados y mujeres embarazadas; circular por la derecha y
rebasar por la izquierda; respetar las líneas de cebras, los semáforos;
antes de entrar, permitir salir; pedir permiso en lugar de un
empujoncito; entre otras más que incluyen automovilistas, peatones y
ciclistas.
¿Cuál es la razón de este comportamiento? Todo viene de una
palabra, un verbo, que en el inconsciente del mexicano particularmente
es usada, pensada y vivida, recordando a Octavio Paz en "El Laberinto de
la Soledad" (1950), en esa premisa: ya chingué. Palabra terrible, de
mala educación, falta de ética, sin consideración, sumamente descortés,
entre más aspectos que hacen una larga lista. Dice Paz que "es una voz
mágica", de magia oscura, siguiendo su argumentación en el ensayo sobre
esta palabra porque tanto en su doble sentido de violencia y
humillación, deja entrever inclusive en argumentaciones que fácilmente
la esconden sin llegar a manifestarse como tal, una terrible realidad:
la autenticidad del mexicano. O en palabras de Paz: "para el mexicano la
vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado [lo que provoca]
esta concepción de la vida social como combate engendra fatalmente la
división de la sociedad en fuertes y débiles" (Paz, 1950).
Fatalmente, día a día, chingar o ser chingado es un juego de una moral y
de una psicología que mantenemos en nuestro día y nos da orgullo, falso
por supuesto, porque entonces dónde queda la justicia, dónde la
igualdad que tanto "pregonamos", "deseamos", "luchamos". Bajo estas
condiciones no las hay, la incongruencia de nuestra falsa y verdadera
autenticidad nos lleva a un fatalismo que crece exponencialmente sumado
al individualismo, presentismo y consumismo de nuestras sociedades
actuales. Terrible condición nos hemos impuesto.
Entonces,
mexicano no importando edad, condición social y preferencia sexual, tú
que chingas y te han chingado porque en algún momento habrás
experimentado uno, otro o ambos, ¿dimensionas tu responsabilidad?
Nota al texto: Reflexiones derivadas al visitar el Centro de la Ciudad
de México en sábado, irónicamente, entre la Noche Buena y Navidad de
2015 y, Año Nuevo de 2016 donde según, ¿hay paz, amor y buena voluntad?
(sarcasmo).
Publicado primero en Facebook el 26 de diciembre de 2015. Fuente: https://www.facebook.com/oquitzin.azcatl/posts/10207733077635182
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